Georgia, Alejandro I de Rusia. Plata escasa Abazi (40 kopeks).
Año de ceca: 1818 Lugar de ceca: Tiflis Referencia: KM-75. Denominación: 2 Abazi (20 Kopeks) Maestro de la Casa de la Moneda: Alexander Trifonov (AT) Material: Plata (.917) Diámetro: 24 mm Peso: 6,13 g
Anverso: Corona con torretas sobre leyenda y aerosoles georgiano.
Reverso: Denominación georgiana y fecha sobre las iniciales del maestro de la ceca (AT).
Entre 1801 y 1918 el país de Georgia formó parte del Imperio Ruso. Durante siglos, los imperios musulmán otomano y persa habían luchado por los diversos estados georgianos fragmentados en el sur del Cáucaso. En el siglo XVIII, había surgido en la región una tercera potencia imperial, Rusia. Dado que Rusia era un estado cristiano como Georgia, los georgianos buscaron cada vez más ayuda rusa. En 1783, el principal reino georgiano se convirtió en protectorado ruso, pero en 1801 el país fue anexado directamente a Rusia, recibiendo el estatus de guberniya (gobernación georgiana o gobierno de Georgia). Durante los siguientes 117 años, Georgia sería parte del Imperio Ruso. El gobierno ruso ofreció a los georgianos paz y seguridad frente a ataques, pero también fue a menudo duro e insensible a los sentimientos locales. A finales del siglo XIX, el descontento con las autoridades rusas dio lugar a un creciente movimiento nacional. La era rusa trajo cambios sociales y económicos sin precedentes a Georgia, así como nuevas corrientes intelectuales de Europa. Surgieron nuevas clases sociales: la emancipación de los siervos liberó a muchos campesinos pero hizo poco para aliviar su pobreza; El crecimiento del capitalismo creó una clase trabajadora urbana en Georgia. Tanto los campesinos como los trabajadores encontraron expresión de su descontento a través de revueltas y huelgas, que culminaron en la revolución de 1905. Su causa fue defendida por los mencheviques socialistas, que se convirtieron en la fuerza política dominante en Georgia en los últimos años del dominio ruso. Georgia finalmente obtuvo su independencia, no tanto como resultado de los esfuerzos de los nacionalistas y socialistas sino más bien del colapso del Imperio ruso en la Primera Guerra Mundial.