1767-A, Guadalupe (Colonia Francesa). Moneda de 1/4 de escalin (3 sou 9 deniers)
Año de acuñación: 1767
Lugar de acuñación: París
Referencias: KM-1.
Denominación: 1/4 Escalin (3 Sou 9 Deniers)Material: Bronce
Peso: 12,15 g
Diámetro:
29 mm
Guadalupe (en francés criollo guadalupeño: Gwadloup, IPA: [ɡwadlup]) es un archipiélago y departamento de ultramar y región de Francia en el Caribe. Consta de seis islas habitadas (Basse-Terre, Grande-Terre, Marie-Galante, La Désirade y las dos islas habitadas Îles des Saintes), así como muchas islas y afloramientos deshabitados. Está al sur de Antigua y Barbuda y Montserrat y al norte de la Mancomunidad de Dominica. La capital de la región es Basse-Terre, ubicada en la costa suroeste de la isla de Basse-Terre; sin embargo, la ciudad más poblada es Les Abymes y el principal centro de negocios es la vecina Pointe-à-Pitre, ambas ubicadas en la isla Grande-Terre. Tenía una población de 384.239 habitantes en 2019.
Luis XVI o Luis Augusto de Francia (Versalles, 23 de agosto de 1754 – París, 21 de enero de 1793) gobernó como rey de Francia y de Navarra desde 1774 hasta 1791, y luego como rey de los franceses desde 1791 hasta 1793. Suspendido y arrestado durante la Insurrección del 10 de agosto, fue juzgado por la Convención Nacional, declarado culpable de traición y ejecutado en la guillotina el 21 de enero de 1793. Fue el único rey de Francia en ser ejecutado.
Aunque Luis XVI fue muy querido al principio, su indecisión y su conservadurismo llevaron a algunos sectores del pueblo francés a verlo como un símbolo de la tiranía percibida del Antiguo Régimen. Tras la abolición de la monarquía en 1793, el nuevo gobierno republicano le dio el apellido Capeto, una referencia al apodo de Hugo Capeto, fundador de la dinastía de los Capetos, que los revolucionarios interpretaron erróneamente como un apellido. También se le apodó informalmente Louis le Dernier (Luis el Último), un uso despectivo del apodo tradicional de los reyes franceses. Hoy, los historiadores y el pueblo francés en general tienen una visión más matizada de Luis XVI, a quien se considera un hombre honesto con buenas intenciones, pero que probablemente no era apto para la hercúlea tarea de reformar la monarquía, y que fue utilizado como chivo expiatorio por los revolucionarios.