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Primer Imperio Mexicano (1821 - 1823) |
Primer Imperio Mexicano (1821 - 1823)from the Wikipedia | Read original article |
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Lema nacional: Religión, Independencia, Unión. | |||||
El imperio en 1821. | |||||
Capital | Ciudad de México | ||||
Idioma oficial | Español | ||||
Religión | Católica | ||||
Gobierno | Monarquía Constitucional | ||||
Emperador | |||||
• 1821-1823 | Agustín I | ||||
Período histórico | Imperio español | ||||
• Independencia de México | 1821 | ||||
• Plan de Casa Mata | 1823 | ||||
Superficie | |||||
• 1821 | 4 925 283 km² | ||||
Población | |||||
• 1821[1] est. | 6 500 000 | ||||
Moneda | Peso Imperial Mexicano | ||||
Gentilicio: Mexicano (na) |
El Imperio Mexicano fue un Estado independiente que nació como resultado del movimiento independentista de Nueva España. México fue la única nación independizada de España que adoptó un régimen monárquico después de su independencia. En el que el período histórico del Primer Imperio mexicano comprende desde la firma de los Tratados de Córdoba en 1821 hasta la proclamación de la República federal en 1823. En 1863 se estableció un Segundo Imperio Mexicano.
El territorio del Imperio Mexicano correspondió al antiguo virreinato de Nueva España con excepción de las capitanías generales de Cuba, Santo Domingo y Filipinas. Las provincias de la Capitanía General de Guatemala se anexaron después al Imperio mexicano.[n. 1] El primer y único monarca de este estado fue Agustín de Iturbide, con el nombre de Agustín I de México.[2]
La Guerra de independencia de México duró once años y distaba mucho de ser un movimiento homogéneo. Su propósito inicial era apoyar el regreso de Fernando VII como rey de España contra la invasión francesa, aunque después José María Morelos y Pavón y el resto de los caudillos insurgentes tomaron como causa la independencia total de Nueva España. La reacción española sofocó el ímpetu bélico de los primeros años, después de la ejecución de Morelos los insurgentes resistieron como guerrillas confinadas en pequeños territorios. Agustín de Iturbide se convirtió en el representante de una élite que vio amenazados sus intereses con la adopción de la Constitución de Cádiz. En vista de ello, decidieron pactar con los insurgentes y apoyar la separación de Nueva España.
En la ciudad de Córdoba[3] se reunieron Agustín de Iturbide, jefe del Ejército Trigarante, y el último virrey que recién llegaba de España, Juan O´Donojú, se encontraron para firmar la independencia del virreinato. El 24 de agosto de 1821, ambos personajes se reunieron en el Portal de Zevallos y firmaron los puntos denominados Tratados de Córdoba, en los que se reconocía la independencia y la soberanía del territorio que antes representaba la Nueva España. La frase célebre de aquel encuentro es Supuesta la buena fe y armonía con la que nos conducimos en este negocio; creo que será muy fácil cosa que desatemos el nudo sin romperlo, dicha por Agustín de Iturbide.
Después de consumarse la independencia de México por medio del Plan de las Tres Garantías, la forma acordada de la organización de la naciente nación sería una monarquía constitucional, por lo que se funda el así llamado Imperio Mexicano, a la cabeza del cual queda el General Agustín de Iturbide. Agustín de Iturbide fue electo unánimemente Presidente de la Junta y luego Presidente de la Regencia del Imperio, pero por ser incompatible con el mando del ejército, y considerándose que debía conservar este último, se le nombró Generalísimo de las armas del imperio de mar y tierra. Después de la entrada del Ejército Trigarante, se disolvió el gobierno virreinal, y las fortalezas de Acapulco y Perote expresaron su rendición.
El previo virreinato de Nueva España pasó a ser una monarquía constitucional moderada llamada Imperio Mexicano. El Plan de Iguala, proclamado por Don Agustín de Iturbide amparaba tres garantías: la independencia de México, la conservación de la religión católica, y la unión de todos los habitantes de la Nueva España, refiriéndose a los mexicanos y españoles (después históricamente aplicado a los pueblos indígenas). El plan no cambiaba la situación social del país, sólo la política, dando más poder a los criollos y a los mexicanos, pero invitaban a un monarca europeo a tomar el trono del Imperio Mexicano. Ningún monarca lo haría, para evitar conflictos con España quien no reconocía la independencia de sus ex colonias americanas. Por eso Agustín de Iturbide fue proclamado emperador de México.
A este imperio se sumaron los también recién independizados estados centroamericanos, por lo que geográficamente es en este período cuando el territorio mexicano alcanza su máxima extensión geográfica, desde el estado de Oregón al norte hasta la frontera de Costa Rica y Panamá (en ese tiempo Colombia) en el sur. El gobierno de Iturbide, sin un plan económico, duró sólo nueve meses, y la rebelión republicana amparada por el Plan de Casa Mata tomaría el poder, instaurando el sistema republicano federal en México en 1824, dando fin al Primer Imperio, y el inicio de la Primera República Federal de los Estados Unidos Mexicanos amparada en la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824.
Después de septiembre de 1821 Iturbide había quedado como Presidente de la Regencia, pero el trono seguía vacío, y el Plan de Iguala estipulaba un gobierno de monarquía moderada por un Congreso. La primera medida que se tomó fue crear una Junta Provisional de Gobierno que, como su nombre lo indica, se encargaría de gobernar hasta que hubiera un emperador. Acto seguido, se mandó una carta a Fernando VII en la que se le invitaba a él o uno de sus familiares a que aceptara el trono mexicano. Escaso tiempo pasó para que las diferencias ideológicas entre los mexicanos estallaran y muestra de ello fue el Congreso que se formó para que detentara el poder legislativo. En su interior se podrían encontrar tres tendencias: monárquicos, republicanos y borbonistas. Los primeros -monárquicos- apoyaban la monarquía moderada que se había plasmado en el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba , y no les desagradaba la idea de que el propio Iturbide terminara coronándose como el emperador del país. Los republicanos, en su mayoría insurgentes que pelearon a la causa de 1811 y 1812, temían que el imperio se terminara convirtiendo en un común régimen absolutista que esté a las manos de Iturbide; ellos proponían copiar el patrón de gobierno de los Estados Unidos que hasta el momento iba funcionando muy bien. Los borbonistas estaban indecisos y a mitad, estaban dispuestos a apoyar a cualquiera de estas opciones dependiendo de quien sería el monarca y aclaraban que si no veían para gobernar a un rey de la casa Borbón, preferirían inclinarse por un gobierno republicano. La situación empeoró cuando llegó la respuesta del rey de España donde afirmaba que ni él y ninguno de sus familiares adquirirían el trono mexicano puesto que no reconocían la independencia de la Nueva España. La noticia cayó como balde de agua fría en México pues alternaba los planes que se tenían. En cambio, los que más se alegraron fueron los iturbidistas, pues imaginaban a su líder como máximo gobernante del país. La noche del 18 de mayo de 1822 el sargento Pío Marcha encabezó una manifestación en donde participó una multitud fogosa que recorría las calles de la capital aclamando a Iturbide como emperador y gritando: "Viva Agustín I, emperador de México".[4] El 19 de mayo se reunió el Congreso, Iturbide manifestó que se sujetaría a lo que decidieran los diputados, representantes del pueblo, mientras tanto la gente aclamaba. El Congreso no podía contener a la multitud exaltada, y se dieron dos alternativas. El consultar a las provincias o proclamarlo inmediatamente. Iturbide insistió en la primera opción. Los diputados del Congreso votaron en secreto, el resultado fue de sesenta y siete votos a favor de hacerlo inmediatamente contra quince por consultar a las provincias.
La coronación se llevó a cabo el día 21 de julio de 1822 en la Catedral de México, él y su esposa Ana María Huarte fueron nombrados emperador y emperatriz del Imperio mexicano. De igual modo la bandera del gobierno de Agustín Iturbide fue modificada por él mismo con franjas verticales con el orden de verde, blanco y rojo, además del águila real coronada sobre un nopal, en representación de la leyenda náhuatl.[5]
En febrero de 1823, mediante el Plan de Casa Mata liderado por Antonio López de Santa Anna, se produjo una rebelión, también apoyada por Vicente Guerrero, quien había apoyado la coronación de Iturbide, en la que exigían que el Congreso fuera reinstalado, el Imperio de Agustín I, anulado, y que la monarquía deviniera en República, sistema que logra implementarse en 1824. Producido el Golpe de Estado, finaliza el mandato de Iturbide nueve meses más tarde, abdicando la corona en el Congreso el 19 de marzo de 1823, embarcándose hacia Europa el 11 de mayo. Finalizada la etapa de Agustín I, Centroamérica se independizó de México e Iturbide fue acusado como traidor por el Congreso. Después de que el Imperio Mexicano fuera disuelto, las provincias centroamericanas decididas para salir de México crearon su propia federación. No hay registro histórico de esfuerzos mexicanos de volver a tomar los territorios. En abril de 1824 el Congreso declaró traidor a Iturbide. El país se reorganizó y culminó con la creación de la Primera República Federal de México. Algunas décadas después un imperio nuevo sería establecido en territorio mexicano, con Maximiliano de Habsburgo como emperador. Como Maximiliano y su esposa, Carlota de Bélgica, no podían tener niños, decidieron darles privilegios especiales a dos de los nietos de Iturbide, tomándolos bajo su tutela y nombrándolos príncipes del Segundo Imperio Mexicano, herederos de Maximiliano para el caso de que éste no tuviese descendencia legítima, tal y como sucedió.[6]
Bajo el gobierno de Agustín de Iturbide México tuvo su mayor extensión territorial, ganando las anexiones más o menos voluntarias de otras provincias que habían declarado su independencia de España. Provincias que podían no depender militarmente del virreinato de Nueva España, aunque sí políticamente. El Imperio mexicano consigue por solicitud de Iturbide la anexión de las provincias del Reino de Guatemala declaradas independientes de España.[7]
Por el sur Yucatán y Chiapas también se declararon independientes y luego solicitaron su anexión. Por el norte, Nuevo México, La Alta California, Texas y Nuevo León lograron su independencia y como dependencias políticas del Virreinato de la Nueva España se unieron al Imperio. Para finales de 1822, la bandera de las tres garantías ya ondeaba desde la frontera de Costa Rica en el sur, hasta el enorme territorio que comprende una línea imaginaria entre la Alta California hasta el río Mississippi. Únicamente quedaban afuera del Imperio, la parte central de la Intendencia de San Salvador, dominada por la misma ciudad de San Salvador, la cual fue anexada el 9 de febrero de 1823, y también San Vicente.[8]
Sin embargo, al término del gobierno monárquico de Agustín de Iturbide y la ocupación militar parcial de Centroamérica, las provincias de esta región, dominadas ya por los liberales, se declaran independientes, quedando solo Chiapas bajo anexión voluntaria a la República federal de los Estados Unidos Mexicanos. Por diferentes circunstancias y bajo otros gobiernos republicanos, la pérdida de territorios ha reducido México a menos de la mitad de su antiguo territorio.
Estas publicaciones fueron expuestas a la Secretaría de Relaciones Exteriores, México, 1922;[9]
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